LA BOHÈME de G. Puccini

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Evento

II Festival de Ópera de Lanzarote

LA BOHÈME de G. Puccini

ÓPERA GARAGE presenta una temporada de ópera alternativa y sorprendente. Producciones propias en formato industrial que han revolucionado la experiencia de disfrutar la ópera.

ÓPERA GARAGE llega como corriente “avant-garde” por su carácter innovador. Desde una perspectiva avanzada, queremos acercar la ópera a nuevas audiencias y romper barreras de acceso al género.

Una propuesta sorprendente, en un formato inédito al alcance de todos los espíritus curiosos, y a precios accesibles. Somos para todos los públicos.

 Un proyecto creado por Macarena Bergareche y Emiliano Suárez. Su pasión por dicho género musical, y su firme convicción de producir ópera como nunca antes se ha visto, pretende abrir las puertas del género a un público renovado y asegurar el relevo generacional para este espectáculo de espectáculos.

 Primera producción de la compañía, La Bohème en versión garaje es nuestra particular visión de la bohemia del S. XXI, donde espacios alternativos pueden ser conquistados por jóvenes artistas, creativos, emprendedores y con recursos limitados pero imaginación sin límites.

Nuestro primer gran título ya ha pasado por Bilbao, Barcelona, Madrid, Burgos, Pamplona, San Sebastián y Santander, con gran acogida del público y excelentes críticas musicales.

EQUIPO DE PRODUCCIÓN Y FICHA TÉCNICA:

• Dirección musical: Borja Mariño

• Dirección de escena: Emiliano Suarez

 • Vestuario: Carola Baleztena

• Iluminación: Carlos Alzueta

• Regiduría: Santiago de Ayala

 • Producción Ejecutiva: Macarena Bergareche

• Asistente Ejecutiva: María Serrano

• Productores: ©Opera Garage Producciones S.L

REPARTO

Mimí - Mariola Cantarero (Soprano)

Rodolfo- Pancho Corujo (Tenor)

Marcello – Borja Quiza (Barítono)

Musetta - Abenauara Graffigna (Soprano)

Schaunard - Ihor Voievodin (Barítono)

Colline - David Cervera (Bajo)

Benoît –Pedro Quiralte (Barítono)

ACTO I

En un garaje abandonado, un grupo de artistas busca un lugar donde poder crear, Marcello trata de reparar la vieja instalación de luz y Rodolfo observa las texturas de las vidrieras que atrapan su atención. Como hace frío tienen unos barriles en donde queman viejos papeles de periódico y algunas cuartillas para avivar el fuego. Entra Colline, congelado y molesto porque no ha conseguido vender ni una sola de sus octavillas de “pensamientos a un euro”. Schaunard llega ebrio, porta unas cajas de vino y cerveza. Nadie le presta atención a sus explicaciones porque se abalanzan con ansiedad sobre la bebida. Rápidamente Schaunard advierte de que no se puede beber sin llevar algo al estómago, y propone con vehemencia celebrar su buena suerte tomando unas tapas en el Café Momus. Mientras se embriagan llega Benoît, el casero del garaje y propietario de un maravilloso coche clásico en desuso que allí guarda. Les dice que deben de pagarle por ocupar su espacio. Le engatusan ofreciéndole bebida, y aprovechando el efecto del alcohol, este les narra sus aventuras amorosas que consiguió gracias a ese coche que ahora no puede arrancar, añadiendo que está casado, ante lo cual todos reaccionan con una indigna[1]ción pacata, fingida, y le echan por la rampa del garaje de un puntapié. Los bohemios le roban los billetes del bolsillo y ocultan estar reparando el viejo coche para finalmente apañárselo. Deciden que lo mejor es utilizar ese dinero para irse de parranda al Momus. Rodolfo se queda solo por un momento para terminar de buscar una fuente de inspiración que nunca llega, mientras calma su ansiedad con un ansiolítico y un trago de vino. Entra Mimí, una estilista de moda que casualmente busca una localización. Ha venido a pedir ayuda porque se ha quedado sin luz y esta desorientada. A oscuras sale, pero regresa enseguida porque ha perdido las llaves de su moto. En ese momento y en la oscuridad deben buscar la llave. Rodolfo la encuentra y se la guarda en el bolsillo. Cuando sus manos tropiezan, ambos aprovechan la ocasión para contar la historia de sus vidas: él interpreta Che gelida manina / "Qué manita más fría" y ella, Sì, mi chiamano Mimí / "Sí, me llaman Mimí". Son interrumpidos por las voces de los amigos, impacien- tes, que han venido a buscar a Rodolfo, pero mientras él sugiere quedarse en casa con Mimí, ella decide acompañarlo (dúo: O soave fanciulla / "¡Oh, dulce muchacha").

DESCANSO en el CAFÉ MOMUS (20 minutos)

ACTO III

Mimí, deteriorada y exhausta intenta localizar a Marcello que está reparando el viejo coche. Ella le cuenta lo difícil que se ha vuelto la vida con Rodolfo, que ha abandonado la casa la noche anterior. Marcello le explica que Rodolfo está durmiendo continuamente, está deprimido porque sigue sin inspirarse. Rodolfo, aturdido bajo los efectos de los ansiolíticos, acaba de despertar y busca a Marcello. Mimí, rápidamente se oculta y oye a Rodolfo decirle primero a Marcello que ha abandonado a Mimí debido a que es demasiado superficial, pero luego confiesa que él tiene miedo de que ella esté consumiéndose rápidamente por un cáncer de pulmón que ha entrado en una fase muy agresiva. Rodolfo, en su miedo y angustia, poco pudo hacer por ayudar a Mimí y decidió fingir no amarla más para que se fuera a vivir con cualquier otro que pudiera proporcionarle un modo de vida más confortable y pagar su tratamiento (¡Mimí e tanto malata! / "¡Mimí está tan enferma!"). Marcello, preocupado por Mimí intenta hacerle callar, pero ella ya lo ha escuchado todo y se descubre a sí misma cuando tose violentamente mientras planta cara a la situación. Rodolfo y Mimí cantan a su amor perdido mientras se preguntan el uno por el estado del otro. Mimi a pesar de su enfermedad incurable sufre por ver al cobarde Rodolfo en depresión. Planean separarse amistosamente, pero su amor mutuo es demasiado fuerte. Deciden permanecer juntos hasta que llegue la primavera, cuando el mundo revive de nuevo y nadie se siente verdaderamente solo. Mientras tanto, Marcello se ha unido con Musetta, y en la distancia se escucha su feroz discusión: un contrapunto opuesto a la reconciliación de la otra pareja (cuarteto de Mimí, Rodolfo, Musetta, Marcello: Addio dolce svegliare alla mattina! / "Adiós, dulces despertares por la mañana!").

ACTO IV

Marcello y Rodolfo parecen trabajar, el primero ha logrado crear una instalación de luz de la que está orgullo[1]so, y el segundo parece que a través de las texturas del garaje ha encontrado un punto de partida. Pero como buenos bohemios continúan lamentándose por la pérdida de sus respectivas amadas (dúo: ¡O Mimì!, ¡Tu più non torni! / "¡Oh Mimí, no regresarás!"). Schaunard y Colline entran con más vino y montan una fiesta improvisada que consiste en fingir un gran festín que los cuatro parodian con locura contagiosa, cantando y bailando (Gavota!). Musetta entra alarmada con malas noticias: Mimí, está en fase terminal y ha renunciado a los cuidados paliativos del hospital privado que la atendía. Muy debilitada por su enfermedad, ha decidido pasar el final con sus bohemios. Todos ayudan a la chica, demacrada y pálida, a recostarse. Preocupados, Musetta y Marcello salen de la habitación para comprar morfina y algunas medicinas más. Colline sale para ir a rezar a una ermita cercana al garaje. (Vecchia zimarra, senti / "Viejo abrigo, escucha"). Schaunard, instado por Colline, se marcha calladamente para dejar a Mimì y Rodolfo juntos. Solos, Rodolfo y Mimí, recuerdan sus tiempos felices (dúo de Mimí y Rodolfo: Sono andati? / "¿Se han ido?"). Recuerdan su primer encuentro, la oscuridad y la llave perdida. Regresan todos con morfina, marihuana y medicinas. Le dicen a Rodolfo que han llamado al médico en contra del deseo de Mimí. Se quedan rodeando a Mimí. Musetta reza una plegaria con el librillo de oraciones de Colline. Marcello, inadvertidamente inyecta una sobredosis de morfina a Mimí y queda inconsciente. Mientras Musetta reza, Mimí expira. Schaunard descubre a Mimí sin vida. Rodolfo cae en cuenta y grita ¡Mimí...! ¡Mimí...! angustiado, y llora sin poder contenerse.

ÓPERA GARAGE presenta una temporada de ópera alternativa y sorprendente. Producciones propias en formato industrial que han revolucionado la experiencia de disfrutar la ópera.

ÓPERA GARAGE llega como corriente “avant-garde” por su carácter innovador. Desde una perspectiva avanzada, queremos acercar la ópera a nuevas audiencias y romper barreras de acceso al género.

Una propuesta sorprendente, en un formato inédito al alcance de todos los espíritus curiosos, y a precios accesibles. Somos para todos los públicos.

 Un proyecto creado por Macarena Bergareche y Emiliano Suárez. Su pasión por dicho género musical, y su firme convicción de producir ópera como nunca antes se ha visto, pretende abrir las puertas del género a un público renovado y asegurar el relevo generacional para este espectáculo de espectáculos.

 Primera producción de la compañía, La Bohème en versión garaje es nuestra particular visión de la bohemia del S. XXI, donde espacios alternativos pueden ser conquistados por jóvenes artistas, creativos, emprendedores y con recursos limitados pero imaginación sin límites.

Nuestro primer gran título ya ha pasado por Bilbao, Barcelona, Madrid, Burgos, Pamplona, San Sebastián y Santander, con gran acogida del público y excelentes críticas musicales.

EQUIPO DE PRODUCCIÓN Y FICHA TÉCNICA:

• Dirección musical: Borja Mariño

• Dirección de escena: Emiliano Suarez

 • Vestuario: Carola Baleztena

• Iluminación: Carlos Alzueta

• Regiduría: Santiago de Ayala

 • Producción Ejecutiva: Macarena Bergareche

• Asistente Ejecutiva: María Serrano

• Productores: ©Opera Garage Producciones S.L

REPARTO

Mimí - Mariola Cantarero (Soprano)

Rodolfo- Pancho Corujo (Tenor)

Marcello – Borja Quiza (Barítono)

Musetta - Abenauara Graffigna (Soprano)

Schaunard - Ihor Voievodin (Barítono)

Colline - David Cervera (Bajo)

Benoît –Pedro Quiralte (Barítono)

 

 

ACTO I

En un garaje abandonado, un grupo de artistas busca un lugar donde poder crear, Marcello trata de reparar la vieja instalación de luz y Rodolfo observa las texturas de las vidrieras que atrapan su atención. Como hace frío tienen unos barriles en donde queman viejos papeles de periódico y algunas cuartillas para avivar el fuego. Entra Colline, congelado y molesto porque no ha conseguido vender ni una sola de sus octavillas de “pensamientos a un euro”. Schaunard llega ebrio, porta unas cajas de vino y cerveza. Nadie le presta atención a sus explicaciones porque se abalanzan con ansiedad sobre la bebida. Rápidamente Schaunard advierte de que no se puede beber sin llevar algo al estómago, y propone con vehemencia celebrar su buena suerte tomando unas tapas en el Café Momus. Mientras se embriagan llega Benoît, el casero del garaje y propietario de un maravilloso coche clásico en desuso que allí guarda. Les dice que deben de pagarle por ocupar su espacio. Le engatusan ofreciéndole bebida, y aprovechando el efecto del alcohol, este les narra sus aventuras amorosas que consiguió gracias a ese coche que ahora no puede arrancar, añadiendo que está casado, ante lo cual todos reaccionan con una indigna[1]ción pacata, fingida, y le echan por la rampa del garaje de un puntapié. Los bohemios le roban los billetes del bolsillo y ocultan estar reparando el viejo coche para finalmente apañárselo. Deciden que lo mejor es utilizar ese dinero para irse de parranda al Momus. Rodolfo se queda solo por un momento para terminar de buscar una fuente de inspiración que nunca llega, mientras calma su ansiedad con un ansiolítico y un trago de vino. Entra Mimí, una estilista de moda que casualmente busca una localización. Ha venido a pedir ayuda porque se ha quedado sin luz y esta desorientada. A oscuras sale, pero regresa enseguida porque ha perdido las llaves de su moto. En ese momento y en la oscuridad deben buscar la llave. Rodolfo la encuentra y se la guarda en el bolsillo. Cuando sus manos tropiezan, ambos aprovechan la ocasión para contar la historia de sus vidas: él interpreta Che gelida manina / "Qué manita más fría" y ella, Sì, mi chiamano Mimí / "Sí, me llaman Mimí". Son interrumpidos por las voces de los amigos, impacien- tes, que han venido a buscar a Rodolfo, pero mientras él sugiere quedarse en casa con Mimí, ella decide acompañarlo (dúo: O soave fanciulla / "¡Oh, dulce muchacha").

DESCANSO en el CAFÉ MOMUS (20 minutos)

ACTO III

Mimí, deteriorada y exhausta intenta localizar a Marcello que está reparando el viejo coche. Ella le cuenta lo difícil que se ha vuelto la vida con Rodolfo, que ha abandonado la casa la noche anterior. Marcello le explica que Rodolfo está durmiendo continuamente, está deprimido porque sigue sin inspirarse. Rodolfo, aturdido bajo los efectos de los ansiolíticos, acaba de despertar y busca a Marcello. Mimí, rápidamente se oculta y oye a Rodolfo decirle primero a Marcello que ha abandonado a Mimí debido a que es demasiado superficial, pero luego confiesa que él tiene miedo de que ella esté consumiéndose rápidamente por un cáncer de pulmón que ha entrado en una fase muy agresiva. Rodolfo, en su miedo y angustia, poco pudo hacer por ayudar a Mimí y decidió fingir no amarla más para que se fuera a vivir con cualquier otro que pudiera proporcionarle un modo de vida más confortable y pagar su tratamiento (¡Mimí e tanto malata! / "¡Mimí está tan enferma!"). Marcello, preocupado por Mimí intenta hacerle callar, pero ella ya lo ha escuchado todo y se descubre a sí misma cuando tose violentamente mientras planta cara a la situación. Rodolfo y Mimí cantan a su amor perdido mientras se preguntan el uno por el estado del otro. Mimi a pesar de su enfermedad incurable sufre por ver al cobarde Rodolfo en depresión. Planean separarse amistosamente, pero su amor mutuo es demasiado fuerte. Deciden permanecer juntos hasta que llegue la primavera, cuando el mundo revive de nuevo y nadie se siente verdaderamente solo. Mientras tanto, Marcello se ha unido con Musetta, y en la distancia se escucha su feroz discusión: un contrapunto opuesto a la reconciliación de la otra pareja (cuarteto de Mimí, Rodolfo, Musetta, Marcello: Addio dolce svegliare alla mattina! / "Adiós, dulces despertares por la mañana!").

ACTO IV

Marcello y Rodolfo parecen trabajar, el primero ha logrado crear una instalación de luz de la que está orgullo[1]so, y el segundo parece que a través de las texturas del garaje ha encontrado un punto de partida. Pero como buenos bohemios continúan lamentándose por la pérdida de sus respectivas amadas (dúo: ¡O Mimì!, ¡Tu più non torni! / "¡Oh Mimí, no regresarás!"). Schaunard y Colline entran con más vino y montan una fiesta improvisada que consiste en fingir un gran festín que los cuatro parodian con locura contagiosa, cantando y bailando (Gavota!). Musetta entra alarmada con malas noticias: Mimí, está en fase terminal y ha renunciado a los cuidados paliativos del hospital privado que la atendía. Muy debilitada por su enfermedad, ha decidido pasar el final con sus bohemios. Todos ayudan a la chica, demacrada y pálida, a recostarse. Preocupados, Musetta y Marcello salen de la habitación para comprar morfina y algunas medicinas más. Colline sale para ir a rezar a una ermita cercana al garaje. (Vecchia zimarra, senti / "Viejo abrigo, escucha"). Schaunard, instado por Colline, se marcha calladamente para dejar a Mimì y Rodolfo juntos. Solos, Rodolfo y Mimí, recuerdan sus tiempos felices (dúo de Mimí y Rodolfo: Sono andati? / "¿Se han ido?"). Recuerdan su primer encuentro, la oscuridad y la llave perdida. Regresan todos con morfina, marihuana y medicinas. Le dicen a Rodolfo que han llamado al médico en contra del deseo de Mimí. Se quedan rodeando a Mimí. Musetta reza una plegaria con el librillo de oraciones de Colline. Marcello, inadvertidamente inyecta una sobredosis de morfina a Mimí y queda inconsciente. Mientras Musetta reza, Mimí expira. Schaunard descubre a Mimí sin vida. Rodolfo cae en cuenta y grita ¡Mimí...! ¡Mimí...! angustiado, y llora sin poder contenerse.

ÓPERA GARAGE presenta una temporada de ópera alternativa y sorprendente. Producciones propias en formato industrial que han revolucionado la experiencia de disfrutar la ópera.

ÓPERA GARAGE llega como corriente “avant-garde” por su carácter innovador. Desde una perspectiva avanzada, queremos acercar la ópera a nuevas audiencias y romper barreras de acceso al género.

Una propuesta sorprendente, en un formato inédito al alcance de todos los espíritus curiosos, y a precios accesibles. Somos para todos los públicos.

 Un proyecto creado por Macarena Bergareche y Emiliano Suárez. Su pasión por dicho género musical, y su firme convicción de producir ópera como nunca antes se ha visto, pretende abrir las puertas del género a un público renovado y asegurar el relevo generacional para este espectáculo de espectáculos.

 Primera producción de la compañía, La Bohème en versión garaje es nuestra particular visión de la bohemia del S. XXI, donde espacios alternativos pueden ser conquistados por jóvenes artistas, creativos, emprendedores y con recursos limitados pero imaginación sin límites.

Nuestro primer gran título ya ha pasado por Bilbao, Barcelona, Madrid, Burgos, Pamplona, San Sebastián y Santander, con gran acogida del público y excelentes críticas musicales.

EQUIPO DE PRODUCCIÓN Y FICHA TÉCNICA:

• Dirección musical: Borja Mariño

• Dirección de escena: Emiliano Suarez

 • Vestuario: Carola Baleztena

• Iluminación: Carlos Alzueta

• Regiduría: Santiago de Ayala

 • Producción Ejecutiva: Macarena Bergareche

• Asistente Ejecutiva: María Serrano

• Productores: ©Opera Garage Producciones S.L

REPARTO

Mimí - Mariola Cantarero (Soprano)

Rodolfo- Pancho Corujo (Tenor)

Marcello – Borja Quiza (Barítono)

Musetta - Abenauara Graffigna (Soprano)

Schaunard - Ihor Voievodin (Barítono)

Colline - David Cervera (Bajo)

Benoît –Pedro Quiralte (Barítono)

 

 

ACTO I

En un garaje abandonado, un grupo de artistas busca un lugar donde poder crear, Marcello trata de reparar la vieja instalación de luz y Rodolfo observa las texturas de las vidrieras que atrapan su atención. Como hace frío tienen unos barriles en donde queman viejos papeles de periódico y algunas cuartillas para avivar el fuego. Entra Colline, congelado y molesto porque no ha conseguido vender ni una sola de sus octavillas de “pensamientos a un euro”. Schaunard llega ebrio, porta unas cajas de vino y cerveza. Nadie le presta atención a sus explicaciones porque se abalanzan con ansiedad sobre la bebida. Rápidamente Schaunard advierte de que no se puede beber sin llevar algo al estómago, y propone con vehemencia celebrar su buena suerte tomando unas tapas en el Café Momus. Mientras se embriagan llega Benoît, el casero del garaje y propietario de un maravilloso coche clásico en desuso que allí guarda. Les dice que deben de pagarle por ocupar su espacio. Le engatusan ofreciéndole bebida, y aprovechando el efecto del alcohol, este les narra sus aventuras amorosas que consiguió gracias a ese coche que ahora no puede arrancar, añadiendo que está casado, ante lo cual todos reaccionan con una indigna[1]ción pacata, fingida, y le echan por la rampa del garaje de un puntapié. Los bohemios le roban los billetes del bolsillo y ocultan estar reparando el viejo coche para finalmente apañárselo. Deciden que lo mejor es utilizar ese dinero para irse de parranda al Momus. Rodolfo se queda solo por un momento para terminar de buscar una fuente de inspiración que nunca llega, mientras calma su ansiedad con un ansiolítico y un trago de vino. Entra Mimí, una estilista de moda que casualmente busca una localización. Ha venido a pedir ayuda porque se ha quedado sin luz y esta desorientada. A oscuras sale, pero regresa enseguida porque ha perdido las llaves de su moto. En ese momento y en la oscuridad deben buscar la llave. Rodolfo la encuentra y se la guarda en el bolsillo. Cuando sus manos tropiezan, ambos aprovechan la ocasión para contar la historia de sus vidas: él interpreta Che gelida manina / "Qué manita más fría" y ella, Sì, mi chiamano Mimí / "Sí, me llaman Mimí". Son interrumpidos por las voces de los amigos, impacien- tes, que han venido a buscar a Rodolfo, pero mientras él sugiere quedarse en casa con Mimí, ella decide acompañarlo (dúo: O soave fanciulla / "¡Oh, dulce muchacha").

DESCANSO en el CAFÉ MOMUS (20 minutos)

ACTO III

Mimí, deteriorada y exhausta intenta localizar a Marcello que está reparando el viejo coche. Ella le cuenta lo difícil que se ha vuelto la vida con Rodolfo, que ha abandonado la casa la noche anterior. Marcello le explica que Rodolfo está durmiendo continuamente, está deprimido porque sigue sin inspirarse. Rodolfo, aturdido bajo los efectos de los ansiolíticos, acaba de despertar y busca a Marcello. Mimí, rápidamente se oculta y oye a Rodolfo decirle primero a Marcello que ha abandonado a Mimí debido a que es demasiado superficial, pero luego confiesa que él tiene miedo de que ella esté consumiéndose rápidamente por un cáncer de pulmón que ha entrado en una fase muy agresiva. Rodolfo, en su miedo y angustia, poco pudo hacer por ayudar a Mimí y decidió fingir no amarla más para que se fuera a vivir con cualquier otro que pudiera proporcionarle un modo de vida más confortable y pagar su tratamiento (¡Mimí e tanto malata! / "¡Mimí está tan enferma!"). Marcello, preocupado por Mimí intenta hacerle callar, pero ella ya lo ha escuchado todo y se descubre a sí misma cuando tose violentamente mientras planta cara a la situación. Rodolfo y Mimí cantan a su amor perdido mientras se preguntan el uno por el estado del otro. Mimi a pesar de su enfermedad incurable sufre por ver al cobarde Rodolfo en depresión. Planean separarse amistosamente, pero su amor mutuo es demasiado fuerte. Deciden permanecer juntos hasta que llegue la primavera, cuando el mundo revive de nuevo y nadie se siente verdaderamente solo. Mientras tanto, Marcello se ha unido con Musetta, y en la distancia se escucha su feroz discusión: un contrapunto opuesto a la reconciliación de la otra pareja (cuarteto de Mimí, Rodolfo, Musetta, Marcello: Addio dolce svegliare alla mattina! / "Adiós, dulces despertares por la mañana!").

ACTO IV

Marcello y Rodolfo parecen trabajar, el primero ha logrado crear una instalación de luz de la que está orgullo[1]so, y el segundo parece que a través de las texturas del garaje ha encontrado un punto de partida. Pero como buenos bohemios continúan lamentándose por la pérdida de sus respectivas amadas (dúo: ¡O Mimì!, ¡Tu più non torni! / "¡Oh Mimí, no regresarás!"). Schaunard y Colline entran con más vino y montan una fiesta improvisada que consiste en fingir un gran festín que los cuatro parodian con locura contagiosa, cantando y bailando (Gavota!). Musetta entra alarmada con malas noticias: Mimí, está en fase terminal y ha renunciado a los cuidados paliativos del hospital privado que la atendía. Muy debilitada por su enfermedad, ha decidido pasar el final con sus bohemios. Todos ayudan a la chica, demacrada y pálida, a recostarse. Preocupados, Musetta y Marcello salen de la habitación para comprar morfina y algunas medicinas más. Colline sale para ir a rezar a una ermita cercana al garaje. (Vecchia zimarra, senti / "Viejo abrigo, escucha"). Schaunard, instado por Colline, se marcha calladamente para dejar a Mimì y Rodolfo juntos. Solos, Rodolfo y Mimí, recuerdan sus tiempos felices (dúo de Mimí y Rodolfo: Sono andati? / "¿Se han ido?"). Recuerdan su primer encuentro, la oscuridad y la llave perdida. Regresan todos con morfina, marihuana y medicinas. Le dicen a Rodolfo que han llamado al médico en contra del deseo de Mimí. Se quedan rodeando a Mimí. Musetta reza una plegaria con el librillo de oraciones de Colline. Marcello, inadvertidamente inyecta una sobredosis de morfina a Mimí y queda inconsciente. Mientras Musetta reza, Mimí expira. Schaunard descubre a Mimí sin vida. Rodolfo cae en cuenta y grita ¡Mimí...! ¡Mimí...! angustiado, y llora sin poder contenerse.