Martín fracasó en su intento por por ser director de cine años atrás en Madrid, y regresó a su ciudad natal, Palma de Mallorca, convertido en un hombre gris y amargado. No quiso desde entonces saber nada del cine ni ha vuelto a ver nunca una película. Por pura necesidad económica va a acabar impartiendo un curso de cine a priori sin importancia. No es más que un curso pensado para aficionados al séptimo arte. Para su sorpresa allí se va a encontrar con 5 alumnos, de edades diferentes, con una ilusión y una pasión enormes por hacer cine. Los alumnos tratarán de que su profesor se involucre y les ayude, algo a lo que él se niega para que no acaben convertidos en lo que es él ahora: un fracasado.