Suicido de una actriz frustrada, comedia de Juan de La Cruz del Rosario interpretada por Hermi Orihuela es un espectáculo muy teatral con una óptica vital: un canto a la esperanza, o quizá mejor expresado: un canto a la inutilidad de la desesperanza. Una comedia absolutamente experimental, plena de formas y estilos, en la que se deja enorme libertad a intérprete y directores.
Con este texto, Profetas de Mueble Bar celebran su cuarenta aniversario de trayectoria oficial en el que no podía faltar un texto de tan emblemático autor de la segunda mitad del siglo XX y que, además, trabajó en esta compañía. Un creador y actor singular que conocía bien los entresijos, glorias y servidumbres del oficio.